El arte de torear está arraigado en España desde hace muchos siglos. Ya en las prehistóricas pinturas rupestres se pueden observar dibujos de toros. Desde estos primeros contactos con el toro, se fue desarrollando poco a poco el arte de torear, hasta llegar a lo que hoy en día conocemos como La Lidia del toro bravo, variedad bovina que evolucionando desde razas de toros egipcios y uros europeos, han convertido al toro bravo español en una raza única y presente tan sólo en la Península Ibérica, sur de Francia y en Hispanoamérica.
El toreo como hoy lo conocemos se remonta a finales del siglo XVII y principios del XVIII, evolucionando desde distintas escuelas, entre las que destacaron la Sevillana y la Navarra. En 1701, durante el viaje que realiza Felipe V hizo a España para tomar posesión del trono, se celebra en su honor en Bayona una corrida de toros navarros en la que se comienzan a ver los lances de capa de El Licenciado de Falces (magistralmente inmortalizado por Goya en un aguafuerte), origen del actual toreo de capote que hoy conocemos.
El toreo como hoy lo conocemos se remonta a finales del siglo XVII y principios del XVIII, evolucionando desde distintas escuelas, entre las que destacaron la Sevillana y la Navarra. En 1701, durante el viaje que realiza Felipe V hizo a España para tomar posesión del trono, se celebra en su honor en Bayona una corrida de toros navarros en la que se comienzan a ver los lances de capa de El Licenciado de Falces (magistralmente inmortalizado por Goya en un aguafuerte), origen del actual toreo de capote que hoy conocemos.
Desde entonces, y hasta nuestros días, este espectáculo sin igual en el mundo, donde el hombre arriesga su vida y desata pasiones en el ritual del arte y la muerte, ha formado parte de la cultura universal, siendo base importantísima de otras manifestaciones culturales como la literatura, la pintura, la escultura, la música, el cine, etc. Destacados artistas de los últimos siglos se han fijado en la tauromaquia a la hora de desarrollar su actividad; Goya, Mariano Benlliure, José Ortega y Gasset, Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Orson Welles y Vicente Blasco Ibáñez son una buena muestra de ello.
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